jueves, 30 de julio de 2020

Capítulo 34


Gabriel ha sorprendido a Juliana revisando sus documentos.
--¿¿qué es lo que haces?
Va en ropa interior. Está muy atractivo. Aunque Juliana para sí se dice que lo que va a hacer es parte de su venganza y para que se le olvide lo que ha pasado. Se levanta coqueta, le acaricia el pecho:
--Nunca te dije que eres muy guapo?
Gabriel traga saliva. Está muy sorprendido.
--No, la verdad...
--Sé que a lo mejor vas a pensar que soy una mala mujer, he tratado de luchar contra lo que me está pasando pero no puedo... te amo tanto...
Gabriel está muy emocionado. Su amor es sincero, aunque ella se lo quiera negar a sí misma no ha dicho ninguna mentira. Él la acaricia, ambos se estremecen. Él por tocarla y ella por ser tocada.
--mi amor... te amo tanto.. Siempre soñé por este momento...
Los dos se olvidan de todo. Gabriel de lo que estaba Juliana y ésta de su venganza. Se besan apasionadamente. Él la toma de la mano con mucha dulzura y van a su recámara. Él la desnuda, la mira con deseo. Los dos son tan felices.
--Dios... que hermosa eres...
Juliana tiembla al estar en brazos de Gabriel. Está disfrutando de cada caricia, de cada beso. Goza al desnudarlo, goza cuando él se clava en ella. LLora de felicidad. No hay angustia, sólo hay amor. Hay goza. Se aferra a él:
--te amo... te amo...
Gabriel la hace suya feliz. Ninguno de los dos quisiera que eso acabara nunca. Para los dos es el momento más especial de sus vidas.


Por su lado, Josefina es infeliz en su matrimonio ya que Emilio la ignora y Luís no la ha vuelto a buscar. Está en el lago. Llora. Su reflejo es algo que asusta.
--soy muy fea... ¡¡¿¿quien se iba a fijar en mí?¿¿¡quien?
Oye en ruido. Se asusta.
--¿¿quien anda ahí?
--Tranquila... tranquila...
Sale Fausto.
--¿usted es el ahijado de la reina no?
--Si... ¿Josefina?
Ella hace que sí con la cabeza. Fausto la mira con pena:
--¿y porque tan triste?
--Mireme... ¿no le parece que tengo motivos como para estar triste?
Fausto sonríe, la acaricia:
--aunque no te conozco en tus ojos veo algo muy lindo...
Josefina se ruboriza. Nunca un hombre la había tratado así.
--que pena con usted... eso no es cierto...
Fausto sonríe. La ternura de la mujer es algo que le gusta. Ella lo mira con timidez. El uno mira al otro y sienten una complicidad que les gusta.

Caetano está en casa de Fausto. Está muy triste. No tiene ganas de salir. Se siente aburrido y se asoma a la ventana. De un carruaje baja una chica rubia. Él la mira impresionado. De repente se le olvidan todas sus tristezas. Siente que tiene que conocerla. Sale corriendo. La joven se asusta porque él ha salido muy depresiva. Se le cae el parasol. Caetano se agacha y se lo da. Muy caballeroso. La besa en la mano:
--soy Caetano... ¿y usted?
La chica lo mira con timidez:
--me llamo Pilar...
Los dos se han mirado muy impresionados. Se gustan.
--¿de dónde ha salido usted?
La chica resulta ser la nueva vecina.
--¿y vives sola?
Pilar sonríe. Mira todo como si fuera algo nuevo. Él sonríe divertido.

Gabriel y Juliana han hecho el amor. Él está feliz. Ella siente culpa porque lo ha gozado.
--tengo que lastimarlo... no le puedo regalar un momento de felicidad --dice para sí.
Juliana se levanta. No lo mira. Él trata de retenerla:
--no te vayas...
--tengo que hacerlo... tengo mucho trabajo, señor...
--¿es que crees que todo sigue igual?
--si no...
--claro que no... ¿cómo crees que voy a seguir queriendo que seas mi sirvienta después de esto?
--claro, es cierto... como ya obtuvo lo que quería... ahora no me volverás a ver... tranquilo no le haré un escándalo...
Gabriel cree que siente vergüenza por la situación, porque es tímida. No que lo ama y lo odia. Ella ya se ha vestido. Él está desnudo. La pone las manos en las mejillas. La besa:
--No me trates de tú... has sido mi mujer... Todo va a cambiar...
--Ya sé que debe usted pensar que soy una cualquiera...
Gabriel sonríe con mucho cariño:
--¿porque debo pensar eso?
--No has sido el primero...
Juliana lo ama y hubiera querido que todo fuera diferente, que él fuera su primer hombre y por eso, como también lo odia eligió a Joao como su primer hombre y le da rabia.
--que tontería...
A juliana le duele que a Gabriel no le importe no ser el primero porque sino no lo lastima.
--no te importa que sea una cualquiera...?
--no te puedo condenar por amar a otro como me amas a mí...
--¿y si fue por vicio?
--¿porque te lastimas de esta manera? ¿porque sufre?
Y Juliana está sufriendo porque está amando intensamente al hombre al que culpa de la muerte de su madre. Ama al hombre al que quiere destruir. Él la acaricia:
--tal vez alguien te enamoró y te hizo sentir que no valías nada pero tú eres la mujer de mi vida... lo que me duele es que ahora estuvieras con otro...
--¿y ahora qué?
--quiero que te cases conmigo...
Juliana lo mira sorprendida. Ama a ese hombre y en otro momento sería muy feliz pero ahora su venganza es lo primero. LLora porque son muchos los sentimientos que hay dentro de ella. Ella se aparta de él.
--¿que te pasa?
--No crees que es muy pronto...?
Gabriel está feliz:
--es que estoy solo... y ahora que encontré a la mujer de mi vida no la quiero perder... Quiero que estés conmigo siempre...
Y Juliana quisiera que eso fuera así, será hermoso casarse con él y para no sentirse culpable se dice:
--así mi venganza será más fácil de hacer.
Lo mira enamorada:
--sí, me caso contigo.
Gabriel está feliz. La abraza entusiasmado. Juliana no puede evitar una sonrisa amarga.

Al anocher Caetano entra en la casa de Fausto. Está feliz.
--¿¿dónde estabas tú? --Fausto.
Caetano está radiante:
--ayudando a la vecina a instalarse...
--¿tenemos nueva vecina?
Caetano sonríe excitado:
--la muchacha más hermosa del mundo...
--ves con cuidado...
--tranquilo. Ya aprendí la leccion. Ahora quiero hacer las cosas bien...
Fausto lo acaricia fraternalmente:
--ojalá todo te salga bien...
Caetano mira a su amigo:
--¿y qué hay contigo?
Fausto agacha la mirada:
--¿conmigo?
Caetano sonríe:
--te conozco como a mí... ¿te gusta una mujer?
--no... no...
Fausto esta nervioso pero su mirada ha cambiado. Es la mirada del amor. Josefina tumbada en su cama está feliz sin dejar de pensar en Fausto. Nunca un hombre la habia tratado así. Su corazon esta latiendo fuertemente por el ahijado de la reina.

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