viernes, 31 de julio de 2020

Capitulo 41



Luis llega muy sofocado a la casa que tiene con Ester. Está amaneciendo.
--¿¿qué pasó?¿como está?
La esclava lo recibe:
--¿cómo tardó tanto?
--No me pude zafar de mi esposa... ¡¡casi ni me llega el mensaje¡¡ Pero bueno... ¿y Ester?
--la señora ya es mamá...
Luís está muy ansioso:
--¡¡fue varón ¿verdad?¡
Aunque está muy débil, la casa no es muy grande como para que Ester no lo oiga.
--Mi amor... ven acá...
Luís entra con miedo. Necesita que el hijo de Ester sea niño. De esa manera sólo su madre se pondrá de su lado.
--tiene que ser niño y mi madre me tendrá que apoyar a mí... No a Emilio que a saber quien embarazó a la mujer... --piensa.
Ester está feliz con su bebé en brazos. Nada más verla, Fernando lo que dice es:
--¿es niño, verdad?
Y Ester se siente molesta:
--¿¿¡es que eso es lo único que te interesa?¿¿¿que yo te diera el hijo varón que tu esposa no te ha podido dar??
Luis se arrodilla frente a su amada:
--Ester, no seas injusta... te amo a ti...
--Pues no parece...
--¿es que no entiendes lo que supondría para mi madre un nieto varón?
--¿y para ti?
--Para mí supondría ser libre, mi madre ya buscaría una manera para contentar a Antonia y que tú seas mi esposa...
--Yo aún soy la esposa de Fernando... él podría reclamar mi bebé como suyo...
--pero no lo hará... Ester... por favor... ¿¿qué fue??
La ansiedad de Luis molesta a Ester:
--¿te da igual que tengas diez hijas... doce o lo que sea...?¿sólo vas a querer a tu hijo varón?
Luis se levanta y seca sus lágrimas:
--si fuera así me habría escapado contigo... No soy un mal padre...
Se lleva las manos a la cabeza:
--¡¡Ester, por favor...¡¡¿¿está es la vida que siempre quieres llevar??
--yo soy feliz aquí porque estoy contigo... No me importa que esté casi siempre sola porque los momentos a tu lado son los que me dan felicidad...
Luis la mira conmovido:
--te amo tanto...
Él la quiere besar pero ella lo rechaza:
--vete, si sólo te intereso para darte un varon...
Luis la calla con un beso:
--es que si es niña las cosas seguirán igual y yo te quería dar el lugar que mereces...
--yo estoy bien así...
Luis se sienta a su lado:
--¿no me dejas ver a mi hija?¿porque es una niña, no?
--miralo tú...
Ester desabriga a su bebé, Luís llora.

El mismo doctor que estaba atendiendo a Pilar llega al Castillo. La reina está muy ansiosa:
--¡¡ya era hora... mi nieto va a nacer¡
El doctor quiera dar la noticia de que Caetano es papá pero nadie lo quiere escuchar. Se juegan esa noche mucho. La reina está como loca de que nazca el bebé, el rey desea que sea niña. Emilio está muy nervioso apartado junto a Fernando y a Jesús. Fernando trata de calmar a Emilio:
--pareces un padre de verdad... --dice sonríe.
--estoy muerto de miedo... 
--me imagino...
--¿y si es niño? ¡¡yo no quiero ser rey¡
--tranquilo, tu madre ya lo tendrá calculado... seguro que el heredero no serás tú sino el hijo...
Emilio mira a Fernando con cariño:
--no puede ser que ese bebé que se supone que es mío --habla flojo-- vaya a quitarte algo tuyo.
--yo te obligué a casarme con esa. Me lo merezco. Además, así seré más libre...
Jesús y Fernando se miran con mucho amor. Emilio siente muchos celos porque Fernando nunca lo miró así. Se pasa mucho rato mirando como Fernando y Jesús se lanzan miradas de amor. Así baja la reina. Feliz.
--¡¡ya nació el heredero... mi nieto...¡¡ ¡¡el varón que lo hereda todo¡¡ ¡¡el futuro rey Fernando XVI¡¡
El rey y Emilio se derrumban. Fernando pone sus manos sobre los hombros de su hermano:
--tranquilo, todo irá bien.
El doctor los interrumpe:
--perdón, ustedes no saben que el principe Caetano y su esposa han tenido un niño. Eso les quise decir... yo atendí su parte antes...
La sonrisa del rostro de la reina se le borra. El rey ahora sí celebra. María Isabel se encierra en su despacho. Ante su esposo no quiere mostrar sus sentimientos pero a solas lo lanza todo por los aires.
--¡¡maldita sea... maldita¡¡

Luis toma en brazos a su bebé. Llora.
--¿decepcionado?
--No... yo adoro a mis hijas... Además si Díos solo quiso que tuviera niñas por algo fue...
Luís besa con cariño a su bebé:
--mi hija... la número 13.. La hija del amor...
Besa con ternura a Ester:
--gracias por este maravilloso regalo. Te amo.
Ester le pone las manos en sus mejillas:
--¿no te duele que sea una niña?
Luis mira a su bebé:
--no claro que no... Se llamará Ester, como la mamá y espero que de mayor sea como ella...
Los amantes se miran con amor. Aunque saben que su futuro es incierto son felices juntos con su bebé.

Caetano está sentado en la cama. Pilar feliz con su hijo en brazos. Le habla con amor:
--mira Caetano... es papá... es papá...
Caetano acaricia la cabeza de su bebé, de su pequeño Caetano. Está asustado.
--¿¿qué te pasa, mi amor?
--tengo miedo... Yo no quería un príncipe heredero...
--¿y no podemos renunciar a eso?
--Mi padre no me lo perdonaría...
--yo también tengo miedo... quiero que mi vida sea como hasta ahora... No puedo ser reina...
Caetano la besa con amor:
--la reina es una mujer cruel... no me quito en la cabeza que le hizo algo a Fausto y yo no he podido averiguar qué es...
--Vamonos... vámonos lejos de aquí...
Caetano mira a su esposa con cariño
--¿de qué tienes miedo?
--¿tú no tienes miedo?
Caetano besa a su hijo, a su esposa:
--yo os protegeré... en cuanto te puedas mover nos iremos... por mi parte a la que vea a mi padre le diré que tanto mi hjo como yo renunciamos a nuestros derechos como príncipes...

Joao entra en el despacho de la reina. Ésta lo bofetea:
--¡¡me prometiste algo que iba a destruir a Pilar y ahora todo lo perdimos¡¡
Joao sonríe:
--no todo... pase...
Entra un hombre de aspecto desagradable: el mismo hombre de las pesadillas de Pilar, que la violaba...
--lleva meses buscando a Pilar... él es su dueño...
--¿de qué hablas?
El hombre desagradable dice:
--Pilar es una esclava blanca... Su madre era negro... era mi esclava... se acostó con un empleado blanco y nació una bebé bien blanco ¡¡pero es mi esclava... está marcada¡ ¡¡ahora exigo que me devuelva mi propiedad y la de su hijo... he oído que es madre... su hijo aunque sea hijo de un príncipe también es un esclavo¡¡ ¡¡y los quiero a los dos¡
La reina no puede sino sonreir:
--y los va a tener a los dos...
María Isabel está eufórica.

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