miércoles, 29 de julio de 2020

Capítulo 20



Gabriel se estremece cuando llega Juliana. La mira emocionada.
--volviste... --dice él sonriendo.
Ella siente un gran odio y una gran ternura. Aunque se quiere hacer creer que lo hace llevado por el odio, que se está planeado por su venganza pero lo que no estaba planeado es que ese abogado le gusta cada vez más. Si debe enamorarla y lo que ella supuso que sería un sacrificio le gusta mucho. Se le acerca lo acaricia. Y él cierra los ojos. Tiembla.
--no iba a venir... En realidad no debía venir...
Él tiembla y ella siente una gran ternura.
--¿porqué? --pregunta él con mucha dulzura.
Ella lo acaricia en los labios. Y lo besa. Primero es un beso suave que a los dos les gusta y mucho. Después ambos se funden en un sólo cuerpo. Ella se aparta sofocada. Ese beso le ha golpeado el alma y es algo que no le gusta. Gabriel sonríe. Está feliz de haber besado a ese joven que tanto lo inquieta pero lo que más le gusta es que ha sido ella la que ha tomado la iniciativa porque si ella ha hecho es porqué está muy muy enamorado y eso lo tiene entusiasmado.
--me besaste, mi amor...
Él está loco de contento, desearía decirle tantas cosas... Ella se mantiene seria. Para enamorarlo ya tenía pensando atormentarlo haciéndole creer que lo ama pero que no confía en él. Y esa sensación es la que da sin ser fingida porque se está enamorando aunque no quiere reconocerlo y le atormenta ese amor.
--qué te pasa? --pregunta él.
--lo besó a riesgue que usted me tomara como una perdida pero...
Gabriel no la deja seguir. Le acaricia los labios:
--no, mi amor... No digas eso...
Ella se aparta de él:
--es el ultimo... si me vuelves a buscar me iré y no me verás más...
Gabriel se lleva las manos a la cabeza:
--¿¿¡cómo?¡¡ ¡¡yo me estoy enamorando de ti y tú de mí¡
Ella le quiere hacer creer que lo ama y está atormenta y esa es la verdad aunque el motivo por el que se supone que está atormentada es otro:
--tú eres un señor y yo tu empleada... No nos podemos enamorar...
Gabriel sonríe:
--¿y quien ha dicho eso?
--Usted se puede divertir conmigo pero nunca se casaría conmigo...
Gabriel la mira serio. La toma de las manos y ella tiembla y se aleja.
--no me vuelva a tocar o me iré...
--¡¡no me hagas esto¡ ¡¡yo no me quiero reir de ti¡
--¿es que usted se va a casar conmigo?
--bueno... recién nos conocemos... no puedes ser injusta...
--No me engañe... usted es el hombre de confianza de la reina no se va a casar conmigo... aunque de verdad quisiera hacerlo, finalmente la sociedad nos separaría y usted finalmente se va a casar con quien se espera de usted..
Ella se aparta de él:
--no te vayas --le suplica él.
--tengo mucho trabajo...
--Juliana... dejame intentarlo...
--Usted no entiende... Usted no tiene nada que perder a mí me señalarían por el dedo... por favor... yo lo amo a usted y el recuerdo de ese beso que lo dimos será mi mayor felicidad... dejeme amarlo a la distancia no me obligue a dejarlo... no volver a verlo me mataría... yo me conformo con amarlo de lejos...
Y Juliana se va llorando y es que es verdad que lo está amando y ese amor la está matando. Gabriel está emocionado porque se da cuenta que esa joven lo está amando mucho y le duele que ese amor a ella le atormenta. 
--No te voy a dejar... No... Yo nunca sentí esto por una mujer y tengo que luchar... tengo que luchar por ella...
Gabriel sonríe enamorado. Juliana llora en la cocina con el sabor de los labios de Gabriel en su boca, con la mirada de él clavada en su alma.
--¡¡no me puede gustar... no me puede gustar ese asesino¡¡

La reina está reunida en su antiguo castillo con su hijo y su nuera.
--¿¿¡que Fernando se va a casar?? --Luis.
Esta noticia es un duro golpe para el matrimonio. A los dos les sorprende que la reina no esté muy preocupado. A Luis lo que más le duele es que su esposa no va a poder darle un hijo y tiene miedo que su madre le haga daño a Antonia. No imagina que ésta siente tanta rabia como la reina por no poder haber tenido un hijo varón porque ser reina es el sueño de la ambiciosa princesa.
--¿y si tienen un hijo varón, qué? --dice Antonia preocupada.
La reina sonríe. Luis conoce a su madre.
--¿qué es lo que planeas, madre?¿qué se te ha ocurrido para impedir la boda?
--Nada... no voy a impedir la boda... A mí me interesa que esa boda se celebre...
Antonia se pone como loca:
--¿¿¿¡se volvió loca?¡ ¡¡Fernando no nos puede quitar la corona¡
María Isabel mira a su nuera con desprecio:
--¡¡todo esto es culpa tuyo por ser una mujer incapaz así que no me grites¡¡
Antonia busca el consuelo de su esposo en plan víctima. Mientras ésta hace que llora en el regazo de su esposo que la acaricia con ternura mira a la reina con odio.
--mamá... no mortifiques a mi esposa... yo la amo...
Antonia y la reina se miran con mucho odio.
--¡¡bueno... yo no vine aquí para perder el tiempo... Ester no me preocupa porque si se embaraza yo haré que pierda el hijo...¡
Luís se escandaliza:
--¡¡no puedes hacer eso mamá¡
A Antonia le parece una buena idea:
--mi amor tú merecer ser el rey...
Luís mira a las dos molesto:
--¡¡pero es que acabar con la vida de un bebé¡¡
María Isabel se acerca a su hijo y al oído le susurra:
--¿prefieres que me deshaga de tu esposa?
Antonia mira intrigada a su esposo. Le gustaría saber lo que le ha dicho la reina. Luís ya no dice nada. La reina sigue con las noticias:
--no todo es malo... ¡¡tu hermano se casa¡¡
Luís y Antonia no dan crédito a lo que oyen.
--¡¡eso no puede ser¡ --dicen los dos.
--¡sí, fue una apuesta de esos dos estúpidos... si el uno se casa el otro también...¡¡ ¡¡por eso me interesa que Fernando se case¡¡ ¡¡tenemos que hacer a cómo dé lugar que la esposa de Emilio tenga un hijo varón antes que Fernando¡¡
Con desprecio Antonia dice:
--¡¡todo el mundo sabe que Emilio es mujer¡
Más calmado, Luís dice:
--Antonia tiene razón. Me parece bien que se case porque me da demasiada vergüenza tener un hermano como él y así almenos guardará las apariencias... pero Emilio nunca podrá embarazar a su esposa...
La reina ya había tenido eso en cuenta:
--por eso la harás tú...
--¿¡¡qué?¡ --dice el matrimonio perplejo.
La reina sonríe y dice:
--esto que te tendrás que acostar con la esposa de tu hermano y dejarla embarazada... a ver si a ella sí le das un hijo macho y no la llenas de niñas como a tu esposa...
Luís no está nada conforme pero es Antonia la que salta:
--¡¡yo no acepto esto¡¡
La reina la bofetea:
--¡¡tú aceptarás lo que yo diga¡¡
Antonia se refugia en el pecho de su marido. Éste se levanta.
--¡¡no vuelvas a pegar a Antonia¡¡
Y la reina lo bofetea a él:
--¡¡mi hijo será el rey de todo y si no eres tú ni modo¡
Llorando de rabia Antonia dice:
--¡¡pero nosotros nos quedamos sin nada¡
Luís está escandalizado por la propuesta de su madre:
--¡¡yo jamás sería infiel a mi esposa y menos con la esposa de mi hermano¡¡
--¡¡pero si a él le dará igual¡ --María Isabel.
--¡¡pero a mí no¡
Antonia abraza a su esposo y mira con altanería a la reina.

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