jueves, 30 de julio de 2020

Capitulo 27




Jesús desnudo y herido en los pies de Fernando después que lo haya descolgado. Están los dos solos. Jesús mira a Fernando con odio:
--¿para eso tanto interés en comprarme?
--Eso te lo demostraré en la noche-picaro.
--es usted despreciable--con odio.
Y Fernando hace la intención de pisarle la cabeza con la bota pero no lo hace. Le gusta mucho Jesús pero siente placer al verlo humillado a sus pies:
--espero que estés mansito, sino te tendrá que dominar a mi modo
--¡lo odio¡
Fernando sonríe y dice:
--guarda las fuerzas para esta noche. No te quiero hacer daño así que no me obligues.
Lo deja solo, tirado como una basura. Jesus está desnudo, no tiene fuerzas. Nadie lo ayuda y él casi no se puede levantar. Ester corre hacia él.
--¡¡no puede ser ¿que te hicieron?¡
lo quiere ayudar Ester pero él la rechaza.
--¿que te hicieron? --dice ella preocupada.
--dejame.
Jesús, aunque le cuesta, se levanta solo.
--pero Jesús.No seas injusto.
Lleno de rabia, el esclavo de Fernando dice:
--¡¡usted permitió esto. Ahora es una princesa. Mo le importa nada¡
Ester no puede creer lo que vio:
--¡¡Fernando no pudo ordenar esto¡
Mientras se sube el pantalón dice:
--él mismo me desnudó y dio la orden.
--¡¡no puede ser¡
Aunque la preocupación de Ester hacia su amigo es real, Jesús no la cree:
--¡usted me vendió, usted tiene la culpa de todo¡
Jesús se siente humillado, no quiere nada de Ester y se va al barracon. No tiene fuerzas. Le duele que Fernando le haya hecho esto porque le gusta y aunque sabia que le iba a costar caro tenía la esperanza que lo fuera a tratar bien.

Isabel en el río ha gozado haciendo el amor con ese apuesto desconocido. Luego siente algo de vergüenza. El guapo desnudo se viste a toda prisa. Está desconcertado.
--¡¡¿que juego es esto...? fui el primero...
E Isabel trata de hacerse la experta:
--no es verdad... lo hizo con muchos...
El guapo se lleva las manos a la cabeza:
--¡fui el primero...¡
Isabel agacha la cabeza con pena:
-- bueno sí pero no estás comprometido a nada...
El guapo la acaricia, le levanta la barbilla. Esa chica le interesa. Con dulzura le dice:
--¿que es lo que quieres de mi...?
La dulzura de él le llega dentro. Piensa en decirle la verdad pero decide llevar la venganza hasta sus últimas consecuencias. Mira al guapo que ya está vestido como si no le importara y le dice:
--que me pagues... soy prostituta... o almenos pretendo serlo...
El guapo la mira con el rostro desencajado. Está muy sorprendido, esperaba todo menos es:
--¡¡que?¡
--me entregué a ti para que me pagaras... dame lo que puedas...
--esta bien... esto es todo lo que llevo...
Ella guarda el dinero.
--¿te volveré a ver...?
Ella se viste de prisa:
--seguro en algun burdel del pueblo...
Ella no se atreve a mirarlo a los ojos, a él le gustaría ayudarla.
--por cierto yo me llamo...
--no quiero saberlo...
ella se va corriendo y él la mira triste
--es una pena... tan joven y una cualquiera...
Ella se esconde y lo ve irse. Se siente muy culpable... Se le escapa una lágrima pero el odio es más fuerte que todo:
--ya los planes de mamá se fueron al diablo, no me podré casar con un buen partido...
Y sin saber nada el uno del otro, los amantes han compartido un momento muy lindo, que los dos han disfrutado y los dos se sienten triste de pensar que no se vuelvan a ver.

Ester llega al Castillo furiosa. Fernando está con su padre, con la reina y a ella no le importa nada. Lo bofetea.
--¡¡lo que has hecho con Jesús no tiene nombre¡
Los reyes están muy sorprendidos, Fernando golpea a Ester y la tira al piso.
--bien hecho hijo¿¿qué se ha creido? --el rey.
La reina dice:
--¡¡esta perra no merece la pena, no se trata así a un príncipe¡¡Preparen la horca¡
Ester mira a Fernando con odio. Él sonríe. Lejos de Jesús lo tendrá más bajo su control. Pero tampoco quiere enfrentarse tan abiertamente a él. Sabe que Jesús, aunque está molesto con ella, no le perdonaría que la matara.
--de momento que la lleven al calabozo, después ya veremos lo que hacemos.
La guardia de la reina capitaneada por Joao se llevan a esa mujer como años atrás pasó con la madre de Juliana. Ester grita y maldice a Fernando. La reina está feliz, el rey decepcionado pero la histeria de Ester se tenía que castigar.
--que nadie lo sepa, que todo el mundo piense que se fue de viaje --dice Fernando.
La reina asegura que así lo harán. Emilio y Josefina lo han visto todo. Ella lo mira con miedo.
--tranquila, yo nunca te haré una cosa así..
Fernando pasa por el lado de Emilio, no le dice nada. Emilio suspira.
--lo hizo por mí... --piensa.
Emilio cree que la boda de Fernando fue sólo un truco para que nadie pensara que es gay pero que tenía pensando deshacerse de ella. Emilio suspira enamorado. Le pide a su esposa que se finga enferma para suspender la luna de miel. Lejos Ester,  Emilio quiere estar con Fernando. Josefina está de acuerdo con su marido y es que aunque le apetecía estar a solas con Luis que los iba a acompañar a la luna de miel también sabe que era un juego demasiado peligroso él que se traeria con él. Emilio toca a los aposentos de Fernando. El príncipe está tumbado en la cama pensando en Fernando.
--¡no quiero ver a nadie¡
--soy yo... conmigo no tienes que disimular.
Y Fernando sólo está pendiente que esa noche se acostará con Jesús. Pone cara de fastidio:
--Emilio, ahora no.
--Tenemos que hablar, tengo que pedirte perdón. Supe lo que hiciste por mi.
Fernando no imagina lo que cree Emilio:
--¿y a este que le pasa? --piensa.
--Por favor... luego yo te busco..
Y Emilio está ansioso pensando que las cosas serán como siempre. Se va feliz.

Cae la noche, Emilio espera a Fernando y cuando se cansa lo va a buscar. Le sorprende ver que no está en su cuarto. Piensa en Jesús.
--¡¡no puede ser¡
Recuerda el día que vio a su hermanastro fornicando con un esclavo y piensa en las miradas que le hecha a Jesús. Se va a los barracones esperando estar equivocado. Jesús está instalado en uno de los cuartos. No muy lejos del de Fernando. Éste entra en el cuarto del esclavo. Jesús se levanta de la cama. Fernando le sonríe:
--no te quejaras. Aquí tienes todo lo que como un rey.
Jesús no le dice nada. Fernando trata de ser amable y al ver que Jesús lo ignora lo agarra del cuello y dice:
--sabes que yo soy tu dueño sí y si no haces lo que yo te digo te mandare matar.
Con mucho odio, Jesús le dice:
--¡¡y ahora que quiere?¡
Fernando está excitado porque le gusta mucho Jesús, también molesto con la altanería de él:
--¡desnudate¡¡
--¿¿qué?
Jesús se niega.
--Veo que aún no aprendiste la lección..Yo te doblegaré.
Con un cuchillo le corta los pantalones y lo tiene desnudo ante él.
--te mato si cuentas algo de lo que va a pasar ahora... --dice tirándolo en la cama.
Jesus está muy nervioso. Fernando está ya muy excitado y sobre Jesús que lo tiene sujetado y de espaldas no espera a clavar su lanza en Jesus, lo hace con brutalidad y no le importa que Jesús no goce, solo le importa su gozo. Con violencia empuja la cabeza del esclavo contra la almohada para amortiguar sus quejidos. El lastimarlo lo excita aún más.









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