viernes, 31 de julio de 2020

Capitulo 43



Caetano a caballo cabalga desesperado.
--¡¡tengo que encontrarlos... tengo que encontrarlos¡
El guapísimo príncipe siente que se le ha ido la vida.
--¡¡no me los van a quitar¡
No deja de pensar en su felicidad tras el nacimiento de su hijo. Llora. Su peor temor se ha hecho realidad. Lamenta no haber tenido una niña:
--¡¡no les puedo fallar... los encontraré aunque sea lo último que haga en mi vida¡¡
De repente alguien sale de entre las sombras: ¡¡es Joao¡¡
--¡¡para... para¡¡
--¡¡fuera... ya me has hecho demasiado daño¡
Finalmente Joao no ha podido sumar más crímenes a su conciencia...
--¡¡te quiero ayudar...¡
El príncipe trata de calmar a su caballo:
--¡¡dejame en paz... ya me has hecho demasiado daño¡
--¡¡lo tienes todo perdido... yo me la he jugado por ti...¡¡
Y Joao estira otra caballo, en él está montado Pilar (con una túnica) y lleva al bebé en brazos. Caetano baja del caballo:
--¡¡mi amor... mi amor...¡
Joao interrumpe la escena de amor:
--¡¡se tienen que ir...¡¡ 
Caetano no sabe sí fiarse de él.
--¡¡hazme caso... la reina sabrá que yo lo he traicionado... ella compró a Pilar y no sé bien para qué...¡¡ ¡¡vayánse... haganme caso...¡¡
Pilar mira a Caetano con pena:
--por favor... hazlo por nuestro hijo...
Caetano besa las manos de su esposa:
--¡¡nada ha cambiado entre nosotros, te amo...¡¡
Caetano se monta en su caballo y besa enamorado a su esposa los dos caballos pegados. Luego agarra la cuerda que Joao ató al caballo de Pilar y se van. Joao tiene miedo pero sabe que pronto podrá huir con Juliana y espera poder mantenerse oculta mientras.

Gabriel está detenido en su celda. No sabe bien qué pasa con él. Le dicen que tiene una visita. Se emociona al ver que es su esposa.
--mi amor, te juro que soy inocente...
Gabriel agarra los barrotes de su celda esperando que Juliana se acerque a él:
--¡¡así te quería ver yo, desgraciado¡
Gabriel mira a su esposa con el rostro desencajado:
--¿¿de qué hablas?
Juliana llora:
--yo era una niña... ¡¡mataron a mi padre y culparon a mi madre..¡¡¡yo fui testigo pero tú no me creiste... yo te rogué...¡¡ ¡¡yo era una niña pero tú tenías otras órdenes... por tu culpa llevaron a la horca a mi madre... siendo ella inocente...¡
Y Gabriel recuerda la mirada de esa niña que le produce mucha ternura:
--¿¡eras tú?¡
Se lleva las manos a la cabeza:
--¡pero yo hablé con la reina... no eras tú la hija¡¡
--¡¡claro que era yo... tú participaste en la sucia trama de la reina...¡¡
--¡¡No, Juliana... estás equivocada... tu madre era culpable... de ser inocente yo jamás habría ayudado a que la condenaron...¡¡
Juliana lo mira con mucho odio:
--¡¡eres un desgraciado. Ni aún sabiendo que te queda poco tiempo de vida eres capaz de confesar tu crimen, te pedir perdón para que Díos se apiade de su alma¡¡
Gabriel está desesperada:
--¡¡tú eras una niña... crees que tu madre era inocente pero no lo era¡¡
--¡¡todo el asco que sentí al fingirte amor por fin se acaba la tortura... tengo un amante y cuando te maten me iré con él¡¡
Los dos sienten mucho dolor.
--¡¡Juliana no me puedes hacer esto¡
Ella llora de odio:
--¡¡yo te supliqué pero no me escuchaste¡¡
--¡¡yo era inocente...¡¡
--¡¡como mi madre y los dos vais a morir en la horca y por un crimen que cometí yo...¡
--¿¿qué?
Juliana ríe:
--yo lo planeé todo para hacerte pagar... la reina jamás perdona la traición... no tendrás juicio... en 48 horas te condenan y yo lo voy a disfrutar mucho...¡¡
Las palabras de Gabriel han borrado el amor que sentía por él. Desea su muerte, se va. Gabriel está desesperado.
--¡¡soy inocente... soy inocente...¡








Fernando y Jesús han hecho el amor. Los dos están muy amorosos.
--te tengo una sorpresa...
Jesús mira a Fernando con emoción:
--¿¿mi libertad?¡
Jesús está muy ansioso. Fernando lo mira desesperado:
--¿¿para qué quieres ser libre?
--si me quisieras me darías mi libertad.
--¿para dejarme?
Jesús le pone las manos en las mejillas:
--para poder decir que te amo.
Fernando le sonríe:
--si me amas debe gustarte ser mío.
--sí pero no como una propiedad.
--eres injusto... yo jamás te haría daño.
--¿¡porqué no podemos estar juntos pero siendo lo dos libres?¡
Fernando lo mira lloroso:
--tengo miedo que me dejes.
Jesús le sonríe:
--te juro por mi vida que antes me mato.
--está bien, mañana firmo tu libertad.
--¿hablas en serio?
Aunque tiene miedo dice:
--sí, si es lo que quieres.
Jesús lo abraza.
--no tengas miedo, estaré contigo siempre.
--¿vendrás conmigo?
--donde quieras.
--compré una finca para nosotros, quiero que vivamos juntos. Lejos de todos.
Jesús lo mira emocionado:
--claro que sí, nada me gustaría más.
Los dos se besan entre lágrimas:
--te amo Jesús. No sé como pasó pero te amo.
--mi amor --susurra emocionado- te amo tanto.
Pese a todas las barreras pese a todo lo que los separa se besan y se acarician.

Maria Isabel ya sabe que Pilar se escapó y está furiosa. Se la quiere cobrar con alguien. Oye los jadeos en el cuarto de Jesús y va con un arma.
--¡¡malditos... malditos¡
Emilio trata de retenerla pero no puedo ni tampoco puede gritar porque su madre se lo saca de encima, Emilio cae y se golpea la cabeza. Maria Isabel no se detiene, con un arma irrumpe en el arma y lo que ve le hiela la sangre: Jesús y Fernando están fornicando como bestias. Fernando y Jesús se han quedado paralizados. No dicen nada, no se ven. El rey llega y ve la escena. Lleno de odio dice:
--¡¡mata al negro¡¡
Fernando se pone delante de Jesús:
--¡¡yo lo amo, si lo matas a él me matas a mí¡
Y amenazante la reina dice:
--¡¡NINGÚN PROBLEMA¡
Y dispara pero justo en ese momento Emilio, aunque no ha podido impedir la desgracia, se mete ante Fernando y ante la mirada de horror de Fernando y Jesús es Emilio quien recibe el impacto de bala.

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