miércoles, 29 de julio de 2020

Capítulo 17



Caetano sigue hablando con Fausto en casa de éste. Van hablando de lo que sucedió con Fausto años atrás.
--Mi madrina quiere controlarlo todo... ¡Que si lo hizo por mi bien...¡ --dice Fausto con amargura-- Cómo yo no le permití que me eligiera esposa como a su hijito pues me la compró ¡¡es algo que mientras viva no le voy a perdonar¡¡ 
Caetano lo mira muy fraternalmente:
--Yo te entiendo pero ¿porqué te auto-castigas sin sexo?¿es que ocho años no es suficiente?
Caetano se lleva las manos a la cabeza:
--¡¡es que te vas a volver loco... ¡¡por eso estás tan amargado¡¡ ¡¡ya verás que se te acuestas con una buena hembra que te guste te vas a sentir mejor¡
--Mis heridas son muy profundas... ojala pudiera enamorarme, hacer mi esposa a una mujer que me amara y entonces si volvería a hacer el amor... De otra manera no me interesa... pero es muy difícil que yo pueda volver a creer en el amor... que pierda el miedo a volver a sentirme engañado...
--no sabes como me gustaría ayudarte...
--pero no puedes... nadie puede arreglar la vida a los otros... Mi madrina lo intentó y ya ves... arruinó mi vida... --Fausto lloroso.
--eres noble de corazón y creo que guapo --los dos sonríen-- yo creo que si pones de tu parte encontrarás una chica bonita que quiera ser tu esposa...
--No es eso lo que busco... No busco una chica bonita que quiera ser mi esposa... busco una mujer que me ame sin importar el físico...
--si bueno... pero no se puede amar de un monstruo... Como la cuñada de Luís... --se ríe--Con esa no hay engaño posible... si quieres una fea ella te ama y te hace todo lo que querías...
--sí, he oido hablar de la hermana de Antonia... aunque nunca llegué a verla, ni en la boda.
--Doy fe que es muy fea. Por eso la tienen oculta...
--A mí siempre me ha dado pena... Antonia y Luis la tratan como una sirvienta... Creo que es la nana de sus hijas...
--sí, yo estuve una vez en el castillo y cuando la vi es que me caí de espaldas... ¡¡¡creí que había llegado al castillo de los horrores...¡
--pobre muchacha...
--de muchacha nada... tiene ya los 40 pero claro... es fea fea... Y es que yo sabía que era fea pero ¡¡es peor¡ ¡¡es que no te la puedes imaginar¡¡ ¡¡te la imaginas fea y la ves y es que te mueres del susto¡¡
Ya sin conocerla Fausto siente una gran ternura hacia esa mujer:
--pobre... me da pena...
con burla Caetano le dice:
--mira pues a esa nadie la tiene que obligar a casarse contigo... Cae en tus brazos y feliz... Porqué claro ¿¿qué clase de hombre se iba a casar con un monstruo??
--alguien que mire su alma no su fisico...
--¡por favor¡¡ ¡¡es que te asusta... da asco¡¡ ¡¡ni tú que eres tan bueno te enamorarías de una mujer así¡¡ ¡¡no... no¡¡
--bueno... ya hablemos de otras cosas... para poco que me vienes a ver...
Caetano pone cara de bueno.

Por su lado, Fernando insiste en que quiere comprar a Jesús.Tanto el esclavo como el príncipe están pendientes de la respuesta de Ester.
--no es mi esclavo. Es mi amigo, casi mi hermano --Ester.
Jesús sonríe, se queda más tranquilo.
--pero no es libre ¿no?
--no, bueno pero a él no le importa.
Jesús pone cara de resignación.
--le pagaré lo que pida... Aunque sea mucho. --Fernando.
--¿porque tanto interés por Jesús?
Fernando sonríe a Jesús. Le guiña el ojo. Jesus nervioso no puede creer que ese príncipe sienta lo mismo que él. Es demasiado peligroso, está seguro que después podría matarlo para callarlo y a nadie le importaría.
--me cae bien tu esclavo, se ve honesto, trabajador, no es fácil encontrar a alguien con el que poder confiar. Nos hemos hechos muy buenos amigos.
Fernando se acerca a Jesús y lo abraza por los hombros:
--¿¡verdad?
Fernando está feliz de estar tocando a ese esclavo que tanto le gusta, Jesús vibra de deseo. Hace mucho que no tiene relaciones sexuales porque es algo que le asusta mucho pero no se atrevería a fijar sus ojos en un principe. Ester está algo desconcertada:
--es que yo no compré a Jesús.  Nos hemos criado juntos. No me imagino vendiéndolo.
--pero si dices que es tu amigo debes darle la opción de elegir, a lo mejor a él le apetece más vivir conmigo --dice dándole una palmada en el trasero.
Nadie se ha dado cuenta de esa palmada. Fernando y Jesús se desean. Al príncipe le excita la cara de susto del esclavo. Jesús no está acostumbrado a que lo traten como una mercancía y aunque le gusta ese hombre. No le gusta como lo trata  Fernando se pone frente a Jesús y le guiña el ojo. Jesús mira para el otro lado nervioso. Fernando sonríe:
--guapo, salvaje ¡¡va a ser un placer domarte¡¡ ¡¡cuando seas de mi propiedad te tendrás que dejar hacer lo que a mí se me pegue la gana¡¡¡ --dice para sí muy excitado.
Ester está algo sorprendida por el interés de Fernando hacia su esclavo:
--bueno, si él quiere.
Fernando y Ester miran a Jesús. Fernando pone sus manos en los hombros de Jesús:
--a mi lado te la pasarás muy bien.
Y aunque está tentado dice un rotundo:
--No.
Fernando no se esperaba ese no.
--¿¿¡¡cómo?¡
--bueno,  ya ha oído a Jesús... No.
Jesús, trata de ignorar la mirada de rabia de Fernando, le dice a la baronesa:
--señora... el carruaje está listo.
Ester le da las gracias a Fernando por todo. Se despiden, Fernando le besa la mano. Mira amenazante a Jesús. El esclavo se da cuenta que el príncipe no se va a dar por vencido y le da miedo. Se queda al lado de su señora y no mira a Fernando para que nadie se dé cuenta de que le está gustando. Fernando lo ve irse furioso:
--serás mío sea como sea --dice para sí.
Y Emilio, que a escondidas ha escuchado toda la conversación, no puede evitar sentir muchos celos. Está seguro que si Fernando quiere comprar a Jesús es para acostarse con él. Y le da rabia que no sólo se acueste con esclavos teniéndolo a él sino que esté interesado en uno en concreto. Fernando se muestra furioso:
--¡¡lárguense todos¡ --grita a los esclavos que han ayudado a Jesús. 
Emilio siente rabia al pensar que su amado está de mal humor porqué no ha podido comprar a Jesús. Como no hay nadie, le pasa el brazo por los hombros:
--¿¿que pasa, mi amor?¡
Fernando se aparta de Emilio molesto:
--¡¡estás loco?¡¡ ¡¡en público me tienes que tratar como si fuera tu hermano¡
Fernando nunca había gritado a Emilio y a éste le duele. Lloroso le dice:
--¿que te pasa con ese esclavo?
Y Fernando paga su mal humor con Emilio:
--¡¡vete al diablo¡
Fernando entra al castillo corriendo, Emilio llora de rabia porque su amado le gritó y por que fue por culpa de Jesús:
--¡¡maldito animal¡¡ ¡¡te odio, te odio¡¡
Fernando entra en el castillo muy alterado. Se topa con su padre.
--hijo ¿y ese mal humor?
Fernando mira al rey ansioso:
--¡¡me tienes que ayudar papá¡¡¡estoy enamorado¡
Y Emilio se queda en la puerta. Sonríe, está seguro que su amado le hablará al rey de él y aunque le da miedo no le importa si lo tiene a Fernando. El rey se sorprende:
--¿enamorado?
--si papá. Ya conocí a la mujer con la que me quiero casar. ¡Quiero que vayas a pedir su mano para que nos casemos lo antes posible¡
A Emilio se le desencaja el rostro. Se esperaba cualquier cosa menos eso.

Juliana está en la cabaña muy alterada. No puede dejar de pensar en Gabriel. En sus labios, en ese beso que no deja de saborear. Da un golpe en la pared con el puño.
--¡¡no... no... no puede ser¡¡ ¡¡yo no debo sentir nada por ese asesino¡¡
Y se da golpes en el pecho:
--¡¡no se me puede meter dentro¡¡ ¡¡no puede ser¡¡
No se da cuenta que Joao ha entrado en la casa. Le pone la mano en la cintura:
--¿¿que te ocurre?
Juliana se sobresalta:
--¡¡que susto me diste¡¡
--¿has estado llorando?
--no.
Joao se altera:
--¿¡¡que te hizo Gabriel?¿¡¿¿es que se aprovechó de ti??
--¡Joao... tú sabes mi plan es enamorarlo¡¡
y Joao la ve tan nerviosa que aunque le duele y mucho le dice:
--¿y no te estarás enamorando de él?
Y Juliana lo bofetea con rabia:
--¡¡eso no lo digas ni en broma¡¡ ¡¡yo no puedo sentir nada por ese depravado¡¡
--¿y entonces porqué me pegas?
Juliana lo vuelve a bofetear e inmediatamente lo besa y lo va desnudando. Fornican como bestias. Ella quiere dejar claro que no le interesa Gabriel y quiere borrar el sabor de sus labios pero por más que lo intenta, aunque se acuesta con Joao... es en Gabriel en quien piensa. Joao la siente muy distante. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario