Fernando mira a Jesus desnudo que nada en el rio. Nada y salta en el agua totalmente desnudo sin darse cuenta del placer que le está dando a Fernando. Oye un ruido.
--¿quien anda ahí?
Fernando sale. A Jesús le pone muy nervioso estar en esa situación ante Fernando que lo está devorando con los ojos. Se cubre su desnudez con el agua:
--señor ¿quiere algo?
--no nada -dice picaro--¿te molesta que esté aquí?
--¡pues sí¡ --molesto.
Fernando se empieza a sacar la ropa:
--sabes que te puede ir mal por esa grosería tuya...
--y a usted no le va a ir mejor si se desnuda y se mete en el agua desnudo conmigo.
Fernando le guiña el ojo:
--somos machos..Nadie tiene porque juzgar mal.
--¡¡pero no está bien¡
--A mi no me importa lo que este bien o no. Tú eres el mejor amigo de mi esposa y por lo tanto tambien mío.
Jesus se pone muy nervioso mientras que Fernando se va desnudando poco a poco.
--¡¡usted y yo no podemos ser amigos y usted sabe el motivo¡
Y Fernando se desnuda ante Jesús. A los dos les gusta estar desnudos y juntos, a los dos le ha gustado descubrir el cuerpo desnudo del otro pero mientras que para Fernando sólo es un juego, Jesus sabe que es un juego que le puede salir muy caro. Fernando se acerca al agua:
--estamos los dos desnudos y solos.¿ y si nos lo pasamos muy bien? --dice picaro.
Y justo en el momento que Fernando se mete en el agua, Jesús sale. A Fernando le excita ver el velludo trasero desnudo del apuesto negro.
--¿¿donde vas?
Jesús se viste de prisa sin darle la cara a Fernando que igual se deleita mucho con lo que ve.
--¡¡ven al agua, quiero que nos bañemos desnudos y si a mi me apetece hacer algo más pues me lo haces¡ ¡¡¡es una orden¡
Cuando ya se ha vestido de cintura para abajo, Jesus se siente más tranquilo y lo mira pero igual Fernando está hechizado de ese esclavo y su torso desnudo le gusta mucho. Jesús lo mira con altanería:
--¡¡usted no es mi dueño, usted no me puede mandar¡
Fernando está furioso pero no se atreve a decirle que le exigió a Ester que se lo vendiera por miedo a que él haga algo que impida la sesión.
--¡¡soy el esposo de tu dueña..soy como tu dueño¡¡ ¡¡además soy un príncipe. No me puedes faltar al respecto de esa manera¡
--No creo que nadie pensara que yo le falto al respecto por negarme a bañarme desnudo en el río con usted. Al contrario... A ver cómo justifica lo que me quiere hacer y que quede claro que yo sólo acepto ordenes de Ester y si usted me quiere ordenar que me desnude ante usted y me bañe en el río que Ester me lo diga. Si Ester me exige que yo me bañe desnudo en el río con su esposo lo haré¡
Jesús le sonríe burlón y se va. Le ha gustado verlo desnudo y le ha gustado ver su deseo y su rabia. Fernando desnudo en el río se muere del coraje.
--¡¡te voy a hacer tragar esa sonrisita de los labios¡ ¡¡¡nadie se burla de un príncipe, nadie¡¡
Fernando se viste frustrado. Jesús va corriendo hacia el castillo excitado. Tiene miedo que Fernando lo atrape en el camino y se quiera vengar, cree que sólo bajo el amparo de Ester está seguro. Lejos está de imaginar que Fernando es ahora su dueño.
Justo poco antes que Fernando se haya ido, Isabel llega en el río.
--¡¡no... no me quiero casar con alguien que no conozco¡ ¡¡no quiero que el primer hombre de mi vida sea un desconocido¡¡
La joven está furiosa con su madre:
--si pudiera me entregaría al primer hombre que viera...
Isabel se empieza a desnudar:
--ojala alguien se apareciera en mi camino y me pudiera entregar a él... ojala se rumoreara que soy una cualquiera y el marquesito no se quisiera casar conmigo...
Isabel sonríe:
--si alguien se entera que me baño desnudo en el río sola... eso no le haría nada bien a mi reputación y si vengo todos los dias... tarde o temprano alguien me descubrirá.
Isabel sonríe por lo que se le ha ocurrido. Está decidida a lo que sea para no casarse. Y es que prefiere quedar deshonrada toda la vida a vivir condenado con un hombre que ni siquiera le gusta.
Como quien no quiere la cosa, Joao cada día visita a Juliana a la hora en la que sabe que ésta llega de casa de Gabriel. Él no sabe exactamente lo que le está pasando pero siempre que llega de ver a Gabriel la joven está muy angustiada y siempre se dan su buen revolcón y es que Juliana trata por todos los miedos de borrar de su piel la mirada de Gabriel pero cada día está más dentro de ella y el cuerpo de Joao no puede hacer nada para borrarlo. Aunque Joao goza acostándose con Juliana casi todos los días le duele sentirla tan lejano. Sabe que no es suya y eso le duele.
Jesús llega a la recámara de Ester muy sofocado.
--¿te pasa algo? --pregunta ella.
--No quiero ir de viaje con usted.
--¿porqué?
--Su esposo no me gusta. No quiero ir.
Y Ester ahora está arrepentida de haberle impuesto a su amigo un dueño que no le gusta. Mira el pergamino.
--¿¿qué es eso?
--No nada.
Jesús ve a Ester muy nerviosa y se lo agarra de la mano. A Jesús se le desencaja el rostro al ver que Fernando es su dueño. Mira a Ester con decepción y con lágrimas.
--¿¡¡cómo me has hecho esto?¡
--es que Fernando insistió.
Jesús agarra las joyas que hay en la cama:
--¡¡creí que me quería y me vendió por un puñado de joyas¡
A Ester le duelen las lágrimas de Jesús:
--¡¡las cosas no fueron así, me dijo que era lo que correspondía, que se vería mal que una princesa tuviera esclavos propios, que todo lo mío tenía que estar a nombre de él¡
Jesús se lleva las manos a la cabeza al saberse en manos de Fernando.
--¡¡pero Fernando es buena persona y te respeca¡
Jesús está muy dolido:
--¡¡usted o entiendes nada¡¡
--¡¡hablaré con Fernando para que te dé tu libertad¡
--no lo hará... no lo hará...
Jesús se va abatido y el dolor de su amigo hace sufrir a Ester. Jesús va por el pasillo y se topa con Fernando. Lo mira con rabia:
--¿ya está contento?
--de qué hablas insolente?
--no se haga, sé que usted es mi dueño.Ester me lo contó.
Fernando sonríe:
--creí que no te lo iba a decir.
--¡¡yo me enteré por casualidad¡¡¡
--pues ya lo sabes.
--¿que es lo que pretende de mi?
--ya lo sabes--Fernando con una sonrisa.
--pero es que ¡es muy peligroso¡ --Jesús alterado.
--a mi no me importa el riesgo que haya para los dos.
--¡¡sobretodo para mi...¡¡
--ni modo pero merece la pena. Te gustaré.
--¿y si me niego?
--sabes que no puedes. En unos ratos salimos para nuestra luna de miel.
Fernando se ríe. Jesús se siente abatido porque le gusta mucho Fernando:
--¡¡pero me va a matar, ese hombre va a acabar conmigo¡¡
Y Fernando se dispone a tomar el título de propiedad de Jesús pero Ester, arrepentida está apunto de quemarlo. Fernando se da cuenta de lo que pasa y le apaga la vela y se queda con el título sano y salvo. Jesús ya es suyo. Sonríe.
--¡¡¿¿qué ibas a hacer?
--Por favor., Jesús se enojò. Rompamos este documento y que Jesús como hombre libre se vaya..
--¡¡no Jesús es mio y haré con él lo que quiera¡
Ester se da cuenta que Jesús tenía razon en sus miedos en contra de Fernando, se da cuenta que el hombre oculta algo:
--¿que es lo que pretendes con Jesús?
Fernando sonríe pícaro pensando en las cosas ricas que hará con Jesús ahora que es su dueño.
--nada que no le vaya a gustar --dice con ironía.
Ester se queda angustiada mientras que Fernando va a guardar el titulo de su nueva y más preciada adquisión en un lugar seguro. Jesús en su cuarto se debate entre el miedo y el deseo. Le ha gustado el cuerpo de Fernando desnudo y hace tiempo que no tiene sexo y le apetece mucho tenerlo con Fernando pero sabe que eso le costará la vida.
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