Fernando y Emilio están desnudos en la cama despues de jugar con sus cuerpos. Hay mucha complicidad entre los dos hermanastros.
--¿crees que ahora sí Luis tendrá un hijo varón? --Emilio.
Emilio tiene la cabeza apoyada en el pecho de su amado. Fernando no lo mira, descansa por el momento de placer que siempre lo deja agotado:
--la verdad es que no me importa..Me parece hasta inmoral esa obsesión suya y de tu madre de tener hijos... No sé cómo Antonia se presta y lo aguanta...
--es niñas y con este bebé ya serán trece y sim contar los que han nacido muertos. Es curioso que todos los niños nazcan muertos. Yo creo que esta vez si será niño y vivo porque cómo sea niña también...
--es que la van a matar cualquier parto de estos..
--al principio sí me hacía ilusión eso de ser tío pero ya después de la tercera como que ya me da igual... y cómo que tampoco las conozco. --Emilio.
Fernando acaricia el rostro de su amante pese a no mirarlo:
--pero me tienes a mí.
Emilio le besa en el pecho mientras que pellizca los pezones de su amado. Es algo que le encanta.
--y contigo no necesito más. Desde luego que si Luis supiera que tú nunca tendrás un hijo ¿y qué pasará entonces si Luis no tiene hijos varones?
--¿A ti te molesta que tu hermano no sea rey?
--la verdad es que me da igual quien sea rey, yo creo que deberías serlo tú aunque claro... si no vas a tener hijos... Mi madre estaba muy segura que Luis tendría un niño no pensó que sólo tendria niñas. Mira que si no hay niños que puedan heredar...
--Pues supongo que Caetano sí tendrá un hijo varón y así él sería rey... a no ser que tú nos sorprendas siendo papá.
--¿¿cómo crees que yo voy a tener un hijo?
--no sé, para eso no te tienes que acostar con una mujer... ya se espabilaría ella de buscarse lo que no le das tú en otro... Y mientras tú te calles la boca.
--¡¡yo nunca haría eso¡
--¿ni siquiera para que la gente te respete? A mi me duele que todo el mundo te trate como si fueras una cosa, como sí no tuvieras sentimientos.
Emilio lo mira:
--a mi no me molesta cómo me traten los demás. Lo que me importa es que te tengo a ti.
Fernando lo mira sonriendo.
--Y tú? la gente ya empieza a hacer preguntas... No es normal eso que casi a los 40 el hijo mayor del rey no se haya casado.
Fernando habla con cariño:
--bueno no me pongas más años que los que tengo, que aún no son 40... sólo 36.
Emilio lo acaricia con mucho amor:
--pasen los años que pasen tú siempre vas a ser guapo. Eres el chico más guapo como si tuvieras 18 años.
--pues a ti se te ha caido el pelo y estás más gordito --dice Fernando divertido.
--¿te parezco feo? --dice Emilio triste.
Fernando no lo mira, pero lo va acariciando:
--tú sabes que a mí eso del físico no me importa... Son otras cosas las que me gustan de ti.
--¿que cosas?
Fernando lo mira:
--tu inocencia, tu ternura... tu devoción por mí,... Eres mi amigo y bueno... el resto no me importa.
--tu sabes que para mí no eres solo un amigo ¿verdad?
Fernando no quiere escuchar a Emilio confesándole amor.
--Ya hemos tocado mucho ese tema. Somos dos hermanastros que se divierten juntos..Yo te dejé las cosas muy claras desde el principio. Si alguna de las dos partes no lo tiene claro... pues no es culpa del otro.
--esta noche tu padre ha organizado otra fiesta para ver si conoces una princesa y te casas. No pierde la esperanza que algún día te cases. ¿tú tienes miedo que sospechen de ti?
--No. Todos creen que soy un romántico y que me quiero enamorar., no saben que prefería un principe a una princesa..
--¿y cuando vean que nunca te cases?¿porqué nunca te vas a a casar, no?
--Si me quisiera casar ya lo hubiera hecho.
--si supieran que no te casas por mi., porque me quieres a mí...--dice Emilio con orgullo.
Fernando lo mira regañón.
--quedamos que nada de amor. Sólo somos amigos, como hermanos.
--pero llevamos años juntos. Siempre va a ser así.¿verdad?
Fernando le sonríe:
--cuando yo sea viejo vas a preferir a otro.
Emilio se aferra a él:
--¡¡nunca... yo siempre voy a ser tuyo¡¡ ¡¡nunca voy a querer con otro la relación tan especial que tengo contigo y yo sé que ti te pasa lo mismo¡¡¡a ti te gusta que tú seas el único hombre con el que he hecho el amor. Nunca estaré con otro...
Fernando se levanta totalmente desnudo:
--eso no quiere decir nada. Si tú no has estado con otro es porque nunca has querido yo no te he obligado...
--es que...
Fernando no lo quiere escuchar:
--me voy a dar un baño.¿vienes?
Emilio lo mira enamorado. Se excita mucho con el cuerpo desnudo de su guapísimo hermanastro, le toca culo con deseo:
--es mio sólo mio--dice para sí.
Fernando lo mira con cariño. Se mete en la bañera. Emilio lo devora con los ojos. Pese a que Fernando no quiere poner nombre a la relación que tiene él siente que Fernando es parte de él, se siente su esposo. Le gusta la forma en la que lo trata y también le gusta poder disfrutar como quiera de ese cuerpo tan perfecto y que tanto le gusta. Fernando no quiere escuchar sus sentimientos aunque tiene muy claro que Emilio lo ama y aunque no quiere compromiso le gusta que lo ame. Sólo así mismo Emilio puede confesar sus sentimientos:
--¡cuánto te amo¡ --dice para sí mientras lo mira excitado.
--¿te vas a meter o no? --le dice Fernando con el tono de un hermano mayor.
Emilio se junto a él. Feliz. Sólo desea una cosa: estar siempre así con Fernando.
La reina está en el castillo de su reino. Luís sale de los aposentos de su esposa muy preocupado. María Isabel lo mira molesta:
--¿¿¡otra niña?¡
El rostro de Luís se llena de lágrimas:
--no lo sé... todo va mal... no saben si podrán salvar al bebé... ni a mi Antonia...
La Antonia no se compadece del dolor de su hijo:
--¡¡pues si tiene otra niña lo mejor es que se muera¡¡¡así por fin serás libre de esa mujer que no te ha dado un hijo...
--¡¡pero me ha dado doce hijas¡¡¡no debí permitir que se obsesionara tanto con tener hijos y se embarazara tanto¡
--¡¡una mujer fuerte puede tener un hijo por año¡¡¡y si ella no es capaz de eso es que es mejor que se muera¡
Luís se derrumba en una butaca:
--si ella se muere no me lo voy a perdonar nunca...
La reina lo bofetea:
--¡¡un futuro rey no llora¡
Luis sufre por su esposa y por no contar el apoyo de su madre que sólo piensa en el poder.
--la vida de mi Antonia es lo primero...
--¡¡nada es más importante que ser rey¡
Finalmente sale el doctor. Su cara no es de buenas noticias. Luís se derrumba y la reina sonrie feliz:
--¡¡se murió... Antonia su murió¡
Por otro lado, Gabriel está repasando unos documentos. Juliana se muestra muy cortés con él:
--¿necesita algo más?
El abogado no le hace caso. Esta demasiado metido en su trabajo para ver a la joven hermosa que tiene en frente. Juliana tiene prisa en enamorarlo.
--debe ser emocionante eso de que la vida de la gente depende de uno...
Sin mirarla el abogado dice:
--yo sólo quiero que se haga justicia...
A Juliana le cuesta mucho controlar el odio que siente por él y mira el abrecartas que tiene en la mesa el abogado. Lo agrede y se lo clava:
--¡¡esto por matar a mi madre¡¡
Y se lo clava y clava hasta dejarlo muerto sobre la mesa... Y Juliana mira el abrecartas que está en la mesa y que Gabriel sigue estudiando sus casos... La visión de la muerte del abogado es sólo su propio deseo y tiene que hacer un gran esfuerzo para controlarse y no cumplir su deseo.
--No, Juliana --va diciendo para sí misma-- la muerte es poco para este desgraciado... La muerte le llegará pero después del desprestigio... Como yo le supliqué a él él clamará su inocencia pero nadie le salvará de la horca... ¡¡yo me encargaré de eso¡
Gabriel está demasiado concentrado en su trabajo y no ve el odio que destilan los ojos de esa su nueva sirvienta. Ni por un momento se le pasa por la cabeza que es aquella niña que un día le pidió ayuda.
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