--estás loco...
Caetano está desesperado:
--¡¡no... estoy enamorado¡¡ ¡¡por primera vez en mi vida quiero a alguien y quiero hacer las cosas bien¡¡ ¡¡no quiero volver a fallarle a nadie¡
Pilar le agarra de la mano y lo entra en la casa dejando a las chismosas del pueblo con ganas de saber lo que pasa. Caetano está muy emocionado.
--Mira, mira lo que hay alrededor... ¿te parece que este es el lugar de una princesa?
Caetano la estrecha entre sus brazos:
--eres la mujer que amo...
--Es una locura...
--¿porqué? ¿es que tú no me amas?
Pilar la acaricia con ternura:
--nunca he amado a nadie... Nunca me ha pasado esto...
Caetano la mira con deseo:
--¿soy el primero verdad?
Pilar empalidece, recuerda un momento de horror del pasado. Ella en un establo, encadenada. Con harapos. Mientras un hombre mayor que ella la violaba cruelmente. No puede evitar llorar.
--lo mejor será que no nos veamos más... No soy digna de ti...
Caetano no deja que la joven se vaya, le duelen sus lágrimas:
--perdoname... no te quería hacer sufrir... te juro que no me importa nada...
Ella lo mira llorosa:
--pero a tu familia no le importará...? Mira dónde vivo...
--Yo vivo igual...
--es algo que no entiendo...
--No soy el príncipe heredero así que no le tengo que dar explicaciones a nadie... Si tú quieres nos casamos...
Y Pilar es lo que quiere pero tiene miedo:
--pero es que tú no sabes de mí...
--¿es que hay algo que tenga que saber?
Pilar lo mira asustada y él dice:
--No me importa... nada me importa si no estás tú...
Y Pilar viaja a su pasado. Encerrada en un establo, una joven negra la ayuda a escapar. Pero no quiere ir con ella. La aconseja que disfruta de su libertar y le desea que encuentre un hombre que él la vaya a proteger de los que la quieran lastimar. Pilar acaricia a Caetano. Lo ama y está segura que casada con un príncipe estará más protegida que nunca. Caetano sonríe:
--¿y bien? ¿nos casamos?
Aunque Pilar tiene mucho miedo desea vivir esto que siente:
--sí, nos casamos... y que Díos nos ayude...
Caetano lo abraza entusiasmado.
--Díos está de nuestro lado porque Díos siempre está al lado del amor.
Se besan apasionadamente y salen de la casa ante la expectación de las chismosas. El príncipe se dirige a ellas y les dice:
--¡¡nos casamos¡
Todas gritan de alegría mientras la pareja se besa apasionadamente. Fausto llega de su encuentro con Josefina. Se acerco a ellos.
--oí bien...?
Caetano se acerca a su amigo:
--sé que te parecerá precipitado pero...
Fausto no lo deja seguir:
--si yo pudiera también me casaría...
Los dos se abrazan entusiasmados.
Josefina llega al Castillo después de su encuentro amoroso con Fausto. La reina se acerca a ella:
--¿cómo va todo, querida? ¿te sientes bien?
Josefina tiene una sonrisa de oreja a oreja:
--si, muy bien... ¿ocurre algo?
La reina está muy ansiosa esperando en cualquier momento un síntoma de que ya se embarazó.
--te tienes que cuidar mucho... Mira que yo te quiero como a una hija...
La reina la abraza ante el estupor de la mujer. Luego la reina le acaricia la cabeza:
--anda a descansar querida... no debes cansarte mucho...
Josefina sube a su recámara suspirada enamorada. Emilio mira extrañado a su esposa, su recámara está frente a la de ella.
--¿te ocurre algo?
Con cara de enamorada, Josefina dice:
--No.
Ella se encierra en su cuarto. Emilio se queda en el suyo. Muy atormentado. Se asoma por la ventana. A lo lejos ve a Jesús y a Fernando a caballo. Se les ve muy amigos. Aunque nadie sospecha nada pese a que tienen una relación de amistad no normal, Emilio sufre porque sabe que están viviendo un romance. Llora por eso:
--¿porqué él y no yo?
Mientras va mirando al príncipe y a su esclavo, Emilio piensa lloroso en sus momentos de amor con Fernando. Mira a los amantes.
--Te amo... te amo...
Y a pesar de sus celos, de su dolor ama a Fernando y no le desea ningún mal. Vive atemorizado con el que los descubran porque sabe que será la muerte de su amado. Fernando y Jesús son conscientes de eso pero el uno se le ha metido al otro dentro y aunque no se lo dicen es mucho el amor que sienten y no temen a las consecuencias.
Maria Isabel está tomando a una copa para festejar que muy pronto habrá heredero. Entra Caetano.
--¿¿qué haces aquí?
El rey sí se acerca a su hijo:
--sabía que volverías...
Caetano presenta a Pilar:
--me voy a casar...
El rey está sorprendido pero feliz. La reina se desmaya.
1 mes después... con discreción pero con sobriedad, se celebra en la capilla del Castillo la boda de Caetano y Pilar. Los novios están muy felices en el altar. A su lado Fausto y Josefina. Los amantes se miran con mucho amor. Emilio está sentado al lado de Fernando. Está pegado a él pero sabe que el corazón de Fernando está con Jesús al que mira de reojo. El esclavo está al final del templo. Isabel asiste a la boda de su hermano en segundo plano. Está muy amargada. Viste de negro. Los reyes están juntos. Él feliz, ella no.
--tenemos que parar todo esto... tu hijo es un príncipe. No debes permitir que se casa con esa extraña... almenos deja que averigue de su pasado...
--No si te ocurre... Mi hijo se tiene qué casar...
--pero es que...
El rey hace callar a su esposa:
--es la única oportunidad de tener un heredero así que está boda va...
La reina mira a Fausto:
--la única no...
Está muy atenta a las miradas de los amantes:
--no esta todo perdido... Josefina tiene más posibilidades de salir embarazar antes que Pilar... Fausto lo lleva en la sangre... es macho... Caetano bastante hizo preñando a la esclava como para que embarace a esa cualquiera... --piensa.
El sacerdote bendice la unión en matrimonio de Caetano y Pilar. Se besan. Los felicitan. Fausto abraza a su amigo y aprovecha para rozar con la mano a Josefina que lo mira enamorada. La reina no se mueve:
--todo esto no puede ser perfecto algo debe tener esta niña que yo pueda usar en su contra y lo voy a averiguar... --dice para si.
Se hace una pequeña recepción, luego el matrimonio entra a su recámara. Entre besos y caricias caen a la cama.
--feliz?
--mucho --dice ella.
--¿asustada?
--también mucho...
se ríen.
--esta noche será una excepción después de la noche de boda viviremos en el pueblo... no quiero vivir con mi familia...
--lo que tú quieras está bien...
Caetano quiere desnudar a su esposa.
--¡¡no...¡
Ella se aparta asustada.
--¿qué te ocurre?
Pilar le pide que apague la vela, él sonríe pero obedece. A Pilar le cuesta aceptar a Caetano pero poco a poco con su amor la fusión es perfecta. María Isabel camina por el pasillo. Desearía que ese recién estrenado matrimonio no se consumara. Pasa por enfrente de la habitación de Jesús y oye jadeos. Aunque son muy flojos. Se escandaliza al pensar que el esclavo ha metido una mujerzuela en el palacio y furiosa se dirige a abrir la puerta. Tras esas paredes Fernando y Jesús gozan como bestias.
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