Después del coíto, Juliana le da la espalda. Se queda en la cama con vergüenza. Muy dulce, Joao la acaricia:
--¿porque lo has hecho?
Juliana se levanta envuelta en la sábana. Deja a Joao desnudo en la cama:
--¡¡porque se me pega la gana¡ ¿¡¡es que no has disfrutado?¡
Y él se levanta totalmente desnudo, la acaricia:
--si, claro que me gusta hacer el amor contigo pero... tú estás tan triste...
--yo estoy bien... --dice haciéndose la fuerte.
Se da la espalda... llora por dentro. Joao la abraza por la espalda:
--que es lo que te pasa?
--nada... --dice ella muy fría.
y no puede evitar tener el roce de los labios de Gabriel... su mirada clavada en el alma
--no no me puede gustar... no puedo sentir nada... --dice ella para sí atormentada.
Justo en el momento en que el rey sale de la sala, Emilio zarandea desesperado a Fernando:
--¡¡no... no te puedes casar¡
Fernando mira a Emilio molesto:
--¡¡tú no eres nadie para decirme lo que tengo que hacer¡¡
Emilio mira a Fernando lloroso:
--yo creí que tú me querías.
Fernando le pone la mano en la boca:
--¡¡pobre de ti que lo digas¡
Fernando se asegura que nadie los está viendo. Agarra a su amante y se lo mete en su cuarto.
--¡¡que sea la última vez que me haces un numerito¡¡ ¡¡yo siempre te dejé claro que no había nada entre tú y yo¡
Emilio llora de dolor:
--¡¡tú me juraste que nunca te casarías¡¡
Fernando trata de explicarle el porqué de su decisión sin decirle que se quiere acostar con el esclavo de la que será su esposa.
--si bueno, pero ya no soy un niño y los rumores nunca hacen bien...
Emilio está desesperado:
--¡¡yo creí que nada te importa de lo que dijeran¡¡¡que tú me querías¡
--tú sabes que te quiero pero como a un hermano, que tú y yo nos acostemos juntos no cambia nada.
--pero...
Fernando lo va interrumpiendo:
--a mi me gusta estar contigo y bueno tú no has sido capaz de conocer a otro.
--es que yo me...
Fernando le pone la mano en la boca:
--no lo digas. Yo te he complacido porqué así no había peligro para ti y es cómodo para los dos. Te quiero mucho pero ¡¡no hagas que me arrepienta de haberte hecho un hueco en mi cama¡¡
Emilio llora, no le sirve de nada todo lo que le está diciendo Fernando.
--¿porque me haces esto? entonces yo me tengo que casar. Mi madre me va a obligar. Yo me sentía apoyado por ti, pero si tú te casas... No sé como me voy a negar.
--es lo mejor., todo seguirá igual.
--pero...
Fernando sabe que besándolo es la única forma de callarlo.
Por su lado, el rey ha viajado hasta la dirección de la baronesa. Es Jesús quien lo recibe sorprendido.
--pasó algo?
--No... tengo que hablar con su ama.
Baja Ester... El rey la besa en la mesa:
--baronesa...
Ella se inclina:
--majestad...
Se sientan...
--¿que necesita? ¿quiere tomar algo?
Jesús es quien prepara los tragos.
--sé que le va a sorprender lo que le voy a decir pero he venido para pedir para mi hijo Fernando su mano en matrimonio...
Ester se ha quedado de piedra. Jesús también, se le cae el vaso que tenía en la mano. Jesus se pone nervioso porque sabe porqué Fernando quiere hacer eso..Aunque le excita todo el interés que el príncipe está mostrando en él no puede evitar asustarse:
--esto no va a acabar bien --dice para sí-- él puede jugar con fuego pero luego yo tengo las de perder... es capaz de mandarme matar.
Jesús traga saliva esperando que Ester diga que no.
Emilio está feliz porque ha hecho el amor con Fernando.
--ves tonto... te podrás seguir divirtiendo conmigo.
Emilio pero lo nota distante. Fernando se levanta totalmente desnudo y se empieza a vestir:
--será mejor que te vayas..
--¿porque?
--tengo que hablar con mi padre.
--¡tanto interés tienes en casarte con esa vieja??¡
--No me hagas una escena de celos sino jamás te vuelvo a aceptar en mi cama.
Emilio se aferra a él con desesperación:
--¡¡no me hagas esto. Sin estos momentos me muero¡¡ ¡¡estos momentos que tú me has regalado en estos años han sido mis únicos momentos de felicidad en toda mi vida y lo sabes¡
Fernando lo mira con compasión:
--entonces no me hagas enojar. Haz todo lo que yo te digo
Emilio se levanta resignado:
--está bien. Te prometo que haré lo que tú me pidas.
Emilio está muy triste, Fernando le acaricia en la mejilla fraternal:
--venga, quita esa cara. Nada cambiará entre nosotros. Te lo prometo. Ester y yo no vamos a compartir recámara podrás seguir viniendo cuando yo te invite pero tendrás que portarte bien.
A Emilio le cambia la cara:
--¿entonces sólo te acostarás conmigo?
Y Fernando piensa pícaro en el cuerpo de Jesús:
--ya no hagas preguntas y vete.
--pero ¿entonces no piensas tener un hijo?
--No. Tú sabes que a mí eso no me interesa.
Emilio abraza contento a Fernando:
--te quiero.
Fernando se lo saca de encima con ternura:
--ya vete por favor..
Emilio se va muy contento seguro que nada cambió. Aunque no lo ha notado tan apasionado quiere creer que todo está bien:
--Se casa para guardar las apariencias. Nada cambiará entre nosotros yo seré su hombre, su amor.
Fernando está tumbado en su cama. Sonrie:
--me hubiera gustado ver la cara que habrá puesto Jesús. Ester nunca podrá rechazar una oferta como la mía. Y Jesús se tendrá que acostar conmigo si no quiere tener problemas.
Ester y Jesús están hablando.
--¡¡no me puedo creer que le haya dicho que sí¡
--Jesús, ser princesa es el sueño de cualquier mujer. No lo podía rechazar.
--Nunca pensé que usted fuera de las que se casa por conveniencia.
--Jesús sé que somos como hermanos pero es mi vida... no te metas.
--perdón señora pero yo creo que se está equivocando.
Ester está entusiasmada:
--a parte de un par de viejos babosos nunca nadie se había querido casar conmigo ¿sabes los años que hace que no estoy con un hombre?
--si lo sé.
--¿entonces? Fernando es mi última oportunidad de ser feliz.
Jesús tiene que impedir esa boda. No quiere vivir con Fernando y además sabe que no hará feliz a Ester pero no sabe cómo impedirlo ya que aunque son amigos Jesús nunca le ha contado a Ester su secreto y siente que ella no lo va a entender.
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