Maria Isabel y el dueño de Pilar han firmado unos documentos. El hombre ha recibido una fortuna.
--bueno... si tanto quiere usted a Pilar pues ni modo...
--Se equivoca... yo compré a esa esclava para que usted se divierta...
--No entiendo...
--Si Pilar no desaparece será la futura reina de este reino y el mío y usted debe entender que no es algo moral... Me interesa tener la propiedad de Pilar y su bastardo para asegurarme que nadie más se la compra... usted ahora debe reclamar a su esclava como si de verdad fuera su propiedad...
La reina y el hombre desagradable sonríen. Joao está en un segundo plano. No puede dejar de pensar en Juliana, siente un poco de culpa por esa joven que acaba de condenar. No puede evitar recordar el miedo de la niña Juliana cuando mató a su padre y le gustaría poder huir con ella y ser bueno. Entre los documentos de la reina está una carpeta que él mismo ha puesto:
--esto es mi última hazaña como hombre malo, cuando esto salga a la luz Juliana y yo nos iremos e viviremos juntos --dice para sí.
Mientras Juliana observa a su marido mientras duerme. Lo mira con odio y con amor.
--¡¡no, Juliana... que no te duela¡¡ ¡¡te debe a tu madre... él la mató¡¡
Desea destruir a Gabriel para acabar con ese amor dañino que la está matando por dentro. Ha centrado todo su odio en él, piensa que cuando Gabriel muera en la horca será libre del odio. Ya ni recuerda a esa hombre que mató a su padre. Deseaba encontrarlo a él también sin saber que siempre lo tuvo a su lado.
--¡¡Gabriel pagará por todos ellos¡
Su rostro se llena de lágrimas piensa en los momentos de amor con Gabriel. Lo ama pese a ella misma.
--¡¡No... ya no hay marcha atrás¡
Gabriel se despierta. Mira confundido a su esposa.
--Mi amor ¿qué hora es?
Frente a él no le cuesta nada fingir amor porque en realidad no está fingiendo y es que lo ama. Lo besa con dulzura:
--nada... nada... duerme aún es temprano...
Gabriel mira a su esposa con mucho amor. Un mirada que la rompe por dentro. A veces ella misma trata de convencerse que un hombre como Gabriel es incapaz de haber llevado a su madre a la muerte, pero el recuerdo que el se negó a escucharla es algo que la lastima mucho. Lo ama y lo odia. Gabriel extiende su mano:
--ven conmigo mi amor...
Juliana se aferra a su marido y llora por dentro. Sabe que son las últimas horas que pasan juntos.
Caetano y Pilar están felices con su bebé. Ella con el pequeño en brazos, Caetano a su lado cuidando de ambos amorosamente. El rey está feliz. Caetano se levanta. Muestra con orgullo a su hijo. El rey abraza a Caetano:
--yo sabía que un hijo mío sería el primero en darme un heredero... tú serás el futuro rey...
El matrimonio se mira con miedo. Caetano pone su mano sobre los hombros de su padre:
--sé que lo que te voy a decir no te va a gustar pero... mi hijo no va a ser el futuro rey...
--¿¿qué? ¡¡no me puedes hacer eso¡ ¡¡Emilio tuvo niño... no podemos dejar al reino en sus manos¡
--Te lo he tratado de decir muchas veces, tu esposa es capaz de todo... No quiero que le haga daño a mi hijo...
--Eres un exagerado... Maria Isabel tiene su carácter pero sabe perder... sé que hubiera preferido que tuvieras niña pero ni modo...
Caetano acaricia a su hijo:
--yo también prefería niña...
--todo va a salir bien hijo...
No pueden decir nada más. Irrumpe la reina.
--¡¡ese bastardo no puede ser tu heredero¡¡
Pilar se asusta al ver a su dueño, el hombre que la violó.
--¡¡no dejes que me hagas daño¡¡ --suplica a su esposo.
Caetano se queda al lado de su esposa y su hijo. El rey saca la cara por ellos.
--¿¿¡qué dices mujer??¡
--¡¡Pilar nos engañó a todos... es una esclava blanca¡¡ --reina.
El rey se ríe. Caetano pensaría que es una broma de su madrastra a no ser por la cara de su esposa. El ex dueño de Pilar dice:
--es mi esclava porque su negra madre era esclava aunque se acostara con un empleado blanco... Pilar es mi esclava y mi amante...
Caetano se levanta y fulmina con la mirada a su amado. Llorando Pilar dice:
--¡¡no es verdad... me violó¡
--¡¡por favor... tú te me ofrecías¡¡
Caetano mira dolido a su esposa pero la toma de la mano:
--como sea es mi esposa... la madre de mi hijo...
El rey está desconcertado. La reina eufórica dice:
--¡¡tu hijo es un esclavo... le pertenece a este hombre¡¡
En seguida entra la guardia de la reina capitaneada por Joao y sostienen a Caetano que grita y trata de ayudar a su familia. La reina arranca al bebé de brazos de su madre y se lo da a una esclava que va con el dueño de Pilar. Pilar y Caetano lloran desesperados. uscan la ayuda del rey.
--¡¡papá... nada de lo que dicen es verdad¡
El hombre desagradable se acerca a Caetano:
--mira muchachito, no me extraña que te enamoraras de esa perdida... es mi apasionada... pero es mía...
Caetano da patadas al aire. Cuatro hombres tienen que sostenerlo, les cuesta mucho.
--¿es que no la vistes desnuda?
El hombre saca a Pilar de la cama.
--¡¡dejala... dejala¡
El hombre la desnuda delante de todos. Pilar siente vergüenza. Su espalda está marcada. Caetano comprende todo lo que atemorizaba a su esposa. La sacan de la casa desnuda humillándola.
--¡¡es una esclava que se burló de todos¡
Caetano está desesperado:
--¡papá... ayudame... ¡¡es mi hijo¡¡
--el hijo es de mi propiedad... también es un esclavo y en su momento lo marcaré...
--¡¡papá...¡¡
Caetano grita desesperado, trata de se soltarse. El rey no mueve ni un dedo:
--¡que vergüenza...¡
--¿¿eso es lo unico que te importa...?¡¡
--¡¡no quiero un nieto esclavo...¡
Ante el dolor de Caetano y Pilar ordenan que se lo lleven.
--¡¡no...¡ --grita él.
Logra soltarse pero no acercarse a Pilar porque la rodean varios hombres:
--¡¡yo compro su libertad...¡
--no está a la venta... me muero por volver a revolcarme con esa guarra...
--¡¡No te atrevas... no te atrevas¡
Vuelven a hacer prisionero a Caetano que lucha como una fiera. El hombre se le acerca y Caetano le da una patada:
--¡¡tu esposa es una zorra que se acostó con todos mis empleados¡
--¡¡mentiroso¡
--¡¡ella no se defiende¡
Pilar no se defiende porque la están humillando mucho. La llevan desnuda a un carruaje, Maria Isabel está feliz. Caetano cae en la carretera llorando viendo a su amada, destrozada por dentro, partir. La reina lo mira con una sonrisa:
--¡¡a ver si la proxima vez que te acuestes con esclavas no nos manchas de lodo... siempre nos tenemos que encargar nosotros de los hijos que les haces a las esclavas¡
Caetano logra soltarse y se enfrenta a la reina pero su padre saca la cara por su esposa, lo abofetea:
--¡¡le tienes que dar las gracias a Maria Isabel¡ ¡¡¡ella te ha salvado como siempre¡
--¡¡os odio a los dos¡
El rey vuelve a bofetear a tu hijo:
--¡¡te ordeno que vuelvas al Castillo y te olvides de tu locura con las esclavas... yo te buscaré una esposa a tu altura¡¡
--¡¡jamás...¡¡
--¡¡no hagas otro berrinche como con la otra esclava... que ya ves que pronto la olvidaste... ahora harás lo mismo...¡¡
A empujones Caetano se aleja del lugar, se monta en su caballo y se va detrás de su amada.
Josefina está en sus aposentos, sola con su bebé. Al rato entra la reina.
--¡¡sólo te quería decir que tu hijo es el futuro rey¡
La reina se vuelve a ir.
--¿porqué hace esto?
La reina sonríe. La deja sola. Al mirar a su bebé, Josefina no puede evitar llorar pensando en Fausto.
--¿¿dónde estás, mi amor?¿¿porqué me dejaste?
Mientras Fausto está encerrado en una celda. Mediodesnudo y sin asearse. Su aspecto es repugnante. No se ha vuelto loco por Josefina y por su hijo. Porque tiene la esperanza de encontrarlos. Le angustia no saber si es papá, si están bien...
Por otro lado, Maria Isabel porque al fin su nieto es el heredero de ella y su esposo, la mujer en su despacho revisa algunos documentos. Topa con la carpeta que Joao le dejara:
--¿¡qué es esto?¡ ¡¡un espía en mi reino¡
Tiene pruebas, aunque son falsas, de que alguien cercano a ella está pasando información confidencial del reino a sus enemigos. A la reina no le importa quien sea. Y da la orden:
--¡QUIERO A ESE TIPO MUERTO¡¡
Inmediatamente Gabriel, acusado de alta traición, es detenido en la casa en la que vive con su esposa. Él se va con la cabeza muy alta. Juliana siente dolor al ver que todo acabó. Mira a su esposa:
--¡¡soy inocente y volveré... la justicia es justa y jamás condena a un inocente¡¡
Estas palabras del hombre avivan el odio de la joven.
--¡¡maldito... maldito¡ --le dice con odio.
Gabriel está sorprendido.
--¡¡yo no hice nada¡¡
--¡¡llevénselo¡ --ordena la joven.
Gabriel no entiende el odio de su esposa.
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